jueves, 13 de diciembre de 2007

insomnio


Me levanto abruptamente, son las tres de al mañana, mientras escucho una voz de hombre que me llama. Abro mis ojos y veo que todo a mi alrededor está oscuro. Mis ojos son incapaces de reconocer algo, en la oscuridad de la noche toco las paredes porque no veo nada.
No importa, intento volver a dormir y al rato escucho como las gotas de lluvia golpean fuertemente el techo de calamina de mi habitación.

No puedo dormir, coloco mi cabeza en mi almohada y huelo el olor de arena mojada que deja la lluvia a su paso.
Parpadeo, escucho fuertemente el tic tac del reloj que está junto a mi cama, que se hace tan fuerte e insoportable que impide cerrar los ojos nuevamente.
Desesperada me dirijo a encender la luz de mi habitación, cuando antes de levantarme siento como mi pierna derecha se va endurando, el músculo se va tornando duro y mis manos impotentes, no pueden hacer nada, mientras yo me retuerzo de dolor.
Miro el reloj y son cerca de las cinco de la mañana, al fin puedo mover mi pierna y me doy cuenta que esta noche es otra noche de insomnio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

oh Dios cuantas noches de imsomnio, uno cae presa de la maldad del tiempo que no avanza cuando uno kiere y que pasa deprisa cuando disfrutas el momento.